El sello de músicas del mundo Putumayo acaba de lanzar una nueva recopilación titulada ‘Afro-Cubano’. Se trata de una aventura musical gozosa que sigue los pasos de la diáspora cultural desde África hasta el Caribe.
Las canciones de esta colección provienen de muchos países diferentes, pero encajan juntos naturalmente como un rompecabezas. El primer tema es de la estrella de las músicas del mundo, Manu Dibango, que mezcla con buen gusto las raíces de su país de origen, Camerún, con ritmos latinos e instrumentación de jazz en “Bessoka”. Por otro lado, la cantante guineana Eneida Marta ofrece “Dur Di Kutubel” y muestra los sonidos seductores de la órbita afro-lusófona.
La recopilación continúa con “Adios Guajira” interpretada por un verdadero maestro del son cubano típico, Jesús Alejandro “El Niño”. A continuación viene el talento afroportugués del compositor Uziel Sança con el tema “Sociedade Parasita”, al estilo coladeira de Cabo Verde.
Meissa desciende de una antigua familia de trovadores ambulantes (griots) senegaleses, y aquí interpreta un conocido poema nacional «Femme Noire», que presenta instrumentos de África Occidental como la kora así como elementos no africanos como el violín.
Rey Cabrera le da a los oyentes una cálida bienvenida al “Paraíso Guajiro” de Cuba. A lo largo de su carrera, Cabrera ha tocado con algunos de los músicos y grupos más destacados de Cuba, incluidos Eliades Ochoa y el Trío Oriente, pero aparece aquí con su propio conjunto con tres, piano, arreglos de bongos, congas y trompetas.
Al versátil conjunto surinamés Sonora Paramarera se le considera un clásico de la música tropical y ahora ofrecen su versión más funky de un estándar cubano, «Borracho».
Originario de Congo-Brazzaville, el prodigio del bajo Mel Malonga rinde homenaje a sus discípulos musicales en “Requiem de l’Amour’.
Mientras tanto, el guitarrista Neto Amado de Santo Tomé y Príncipe, que ha vivido en Cuba y Portugal, ofrece su amalgama.
También aparece en esta colección el célebre músico congoleño de origen angoleño, Ricardo Lemvo, que ahora vive en los EE. UU., que mezcla la rumba congoleña y sukus con la salsa cubana.