El grupo tuareg argelino Imarhan lanzó su primer álbum homónimo en 2016. Imarhan apareció en un panorama de la música tuareg que ya estaba inundada de talento y exposición. Aún así, el grupo logró llegar a la cima.
La experiencia de Imarhan como banda en gira ha reforzado el enfoque y el significado detrás de su música, definida como assuf, el blues del desierto. En lugar de atravesar el desierto, estos viajeros nómadas se han globalizado para reflexionar sobre las luchas de hoy.
«Temet«, título de su disco fechado en 2018, en Tamashek significa «conexiones», e Imarhan lo usa como una llamada a despertar a la unidad, para recordarle a la gente que todos estamos conectados y que solo a través de la aceptación de esta unión seremos capaces de resolver los problemas para salvar la creciente división entre culturas. Iyad Moussa Ben Abderahmane, uno de sus miembros también conocido como Sadam, lo ilustra diciendo: «Las personas deben amarse, todos deben conocer a su vecino. Necesitamos tener el mismo enfoque que nuestros mayores. Te encontrarás con un anciano que conoce el mundo y transmitirá sus conocimientos a sus hijos«.
En «Aboogi«, su último lanzamiento de hace apenas dos meses y editado por City Slang, Imarhan emerge como un grupo unido con sus colaboradores en un espíritu de resistencia y cambio social. Esta conexión se percibe en el video «Achinkad», que muestra a la banda tocando música alrededor de una fogata y a los bailarines arrastrando los pies por un desierto.
Imarhan utiliza guitarras eléctricas e instrumentos tradicionales como el tinde (tambor compuesto por un mortero de madera tapado con piel de cabra) y también el imzad (un tipo de violín).