En su tercer álbum, The Road (la carretera), la cantante y compositora malgache Razia regresa a su hogar en Antalaha, su lugar de nacimiento en el noreste de Madagascar, donde se cultiva la vainilla.
A la edad de 11 años, Razia Said dejó atrás una infancia idílica en Antalaha para comenzar sus viajes por el mundo como estudiante, activista y músico, viajes que la llevarían a Gabón, la isla de Comoros, Francia, Italia, Bali y Nueva York, en donde comenzó su carrera musical con dos álbumes que recibieron críticas positivas: Zebu Nation (2011) y Akory (2014). Ahora reside en la isla de Santa Lucía en el Caribe.
La música de Razia mezcla las tradiciones malgaches, jazz y pop, y vigorosos mensajes relacionados con la destrucción del medio ambiente y los enormes desafíos que enfrentan hoy las jóvenes naciones postcoloniales como Madagascar. Ahora, en The Road, Razia recurre a su historia personal, y resulta tan convincente como los grandes cuentos de avaricia, corrupción y devastación en el mundo natural que han animado su música en el pasado.
En 2016, Razia fue llamada a su hogar en Antalaha ya que su abuela, la mujer que la crió, estaba gravemente enferma y se enfrentaba a la muerte. A su llegada, la abuela de Razia, Tombozandry, revivió, y estaba claro que Razia estaría allí por algunos meses. Así que invitó a su baterista de Surinam, Harvey Wirht, a unirse a ella y dijo: «Hagamos un álbum«. Llamaron a un gran guitarrista de un grupo de baile local. Aunque muy solicitado por los mejores artistas de salegy, Raledey aceptó acudir a Antalaha y ayudar con este álbum. Los tres músicos alquilaron un piso y se pusieron a trabajar.
La idea era hacer canciones sin arreglos complejos, acústicas, para crear un paisaje sonoro más adecuado para los delicados temas que Razia quería abordar, y que pusiera su voz al frente y en el centro.
Razia nació en 1959. Su madre tenía 17 años y su padre no estaba dispuesto a casarse con su madre, ya que ambos provenían de ramas incompatibles del Islam. Con el corazón roto y avergonzado, la madre de Razia dejó a la niña en Antalaha con su propia madre, Tombozandry, y se fue a la isla de Comoros. Aunque regresó para estar con Razia once años después, las dos nunca han estado cerca, y la madre y el padre de Razia nunca hablan en absoluto. Esta historia estuvo siempre presente para Razia mientras trabajaba en The Road, ya que todas estas personas aún vivían en Antalaha. «Mi madre vivía a unos cinco minutos de donde yo estaba«, recuerda Razia. “Mi abuela estaba a unos diez minutos en auto, y mi padre estaba a unos cuatro minutos a pie. ¡Así que tenía todo el resto de mi vida a mi alrededor!»