Si decimos que Gecko Turner es un “músico de pata negra” lo hacemos por tres motivos. El primero porque es un autor de gran calidad, el segundo tiene que ver con su origen extremeño, y el tercero habla de su enorme pasión por toda la música negra. El resultado es la crianza de disco “de bellota” bautizado como Guapapasea.
Gecko Turner afronta así su primer trabajo en solitario, un disco lleno de personalidad y osadía, en el que se nos narran poéticas historias de la calle, sus gentes y sus sensaciones, con toda la sensualidad y la voluptuosa pereza sureña. Los colores encendidos van de la bossa al jazz, del easy listening al reggae, del funky al blues y de ahí al afrobeat sin que una cálida luz siga brillando a lo largo de todo el recorrido, demostrándonos que uno no es necesariamente de donde viene, sino de donde siente. Músicas en las que uno no nace, pero que nacen inmediatamente dentro de uno cuando las escucha por primera vez.
No obstante, lo que hace admirable este álbum es como su autor ha sabido combinar los candorosos ritmos afro con elementos autóctonos, como los tangos extremeños, para releer ‘Rainbow Country’ de Marley. Además de jamaicano, hay otro Bob fundamental para hablar de la esencia de este trabajo, Guapapasea se inaugura con un tema presado del repertorio de Dylan. Cerrando el triángulo de influencias en este debut de Geko el listón no desciende ni un peldaño. Fela Kuti aporta tanto conceptual como musicalmente al cantautor “afromeño”.
De los músicos, nadie resume tan bien su labor como el propio Gecko: ”Es una banda de músicos de contrastada calidad que tocan como auténticos cabrones. No hay muecas ni movimientos de culo de cara a la galería. No se trata de un energético grupo de marcha, de pachanga. Las únicas piruetas sobre el escenario son musicales”. Los músicos que participan de Guapapasea demuestran el dominio y la tranquilidad que solo se logra tras años de experiencia, donde al fin se es consciente de que el verdadero talento consiste el lucirse sin destacar.
Disco completamente sureño, donde se respira goloso bochorno, invitación carnal, amable provocación y fogosidad festiva de un modo tan desinhibido y elaborado que uno se pregunta si el Tercer Mundo no seremos nosotros: pálidos y escrupulosos occidentales.
Guapapasea está editado por el sello Love Monk.