Madrid, España – El sexteto La Bruja Gata recientemente la gira de presentación de su segundo disco, Baile de libélulas, publicado recientemente a través de la discográfica Resistencia. La plaza del Ayuntamiento de Tres Cantos fue el punto de partida de un itinerario que llevará a estos seis músicos de folk contemporáneo a Pamplona, los montes Universales de Teruel, Zamora, Burgos, el festival portugués de Sendim o el nuevo festival Folksticio de Verano, en San Fernando de Henares, entre otros destinos aún por determinar.
La formación básica de La Bruja Gata combina acordeón, clarinete, zanfona, guitarra acústica, bajo y percusiones, en lo que quiere ser “una propuesta enérgica, vitalista y evocadora, siempre dentro de los sonidos acústicos”, en definición del compositor y acordeonista Javier Palancar. Baile de libélulas aporta diez nuevos temas instrumentales y dos cantados: una balada, Vendavales de poemas, y una canción de cuna de origen extremeño, Nana inquieta, que constituye la única excepción en un repertorio compuesto en su totalidad por Palancar, el clarinetista José Ramón Jiménez y el periodista Fernando Neira como letrista y productor artístico.
Tras la cita de Tres Cantos, la gira incluye, por ahora, las siguientes fechas: 4 de junio en Pamplona (festival Iruña Folk), 11 de junio en la localidad turolense de Orihuela del Tremedal (festival Montes Universales), 24 de junio en San Fernando de Henares (festival Folksticio de Verano), 25 de junio en Zamora (muestra de folk de San Pedro), 1 de julio en Pinto (Conciertos de Verano en la Plaza de la Constitución), 20 de julio en Burgos (festival Castilla Folk) y 5 de agosto en el festival intercéltico de Sendim, en Portugal. Esta lista se verá incrementada con próximas actuaciones.
El disco Baile de libélulas rinde homenaje en su título al movimiento de este insecto, “que es a la vez delicado, luminoso e imprevisible”, explica Javier Palancar. Y agrega: “Nos gustaba pensar que las libélulas comparten con nosotros una noción parecida del movimiento. A nosotros también nos gusta la música en cierto modo impredecible: de aire popular pero compuesta por nosotros, de apariencia sencilla y estructuras complejas, con aspecto de folk pero sin adscripciones geográficas concretas…”.
Entre las piezas que más están llamando la atención de este segundo trabajo destacan La hora del recreo y una suite de casi diez minutos titulada El gran sol y dedicada a los marineros gallegos y al municipio coruñés de Porto do Son, del que era natural Ramón Sampedro. “Un pueblo que se llama Puerto del Sonido merecía, sin duda, un homenaje musical”, resume el autor de esta pieza, José Ramón Jiménez.
El anterior disco de la banda se tituló Manual de pociones (2001) y proporcionó al grupo el Premio Villa de Madrid al mejor álbum de música popular, además de la distinción de “Mejor talento fresco del año” en la prestigiosa revista estadounidense Billboard. Ahora, Baile de libélulas está cosechando una importante acogida entre la crítica, en especial la extranjera. Han alabado el disco tanto la revista británica fRoots como la francesa Trad Magazine, entre otras publicaciones.