Jorge Drexler
“Bailar en la cueva” (Warner Music Latina, 2014)
El músico más importante de la última década en el mundo hispano es el uruguayo Jorge Drexler. El cantautor que reside en España desde hace muchos años mide su carrera con cautela, trata de dar los pasos correctos, para reinventarse y no repetirse. Y lo logra con su nuevo trabajo. Aunque “Bailar en la cueva” podría indicar por su título que es un disco eminentemente bailable, lo que si esté bien claro es que una música festiva puede contar historias con peso y calidad. Y no solo apoyarse tan solo en el ritmo animado es la receta.
La cumbia “Bolivia” es testimonial, narra el periplo de los Drexlers huyendo de Alemania. Caetano Veloso cierra la pieza con su inigualable sello vocal.
Otra canción como “Data data” tiene los fantasmas de Miles Davis y si se quiere ese “So what” camuflado en la apertura. La pieza hierve con algo afrocubano por ratos, un sonido del órgano profundo que toca el alma, toques electrónicos y unos metales muy propios del afrobeat.
De esos metales gruesos del afrobeat toma la pieza “Bailar en la cueva”, que parece zouk, que parece de venir de Mali con una arpa que suena como una kora. La voz de la cantante colombiana Li Saument le imprime una distinción a la pieza. El álbum tiene un marcado acento colombiano con la participación de músicos del país sudamericano.
La mitad del álbum no es precisamente un álbum festivo. Son temas suaves, introspectivos y sustanciosos. “Todo cae” es una de ellos, con sabor a circo, a la infancia en lo melódico con el carrusel de caballitos.
Como un marcha lenta, hacia al suelo todo cae. El pulso que uno relaciona con el infame reggeaton se disfraza en el ritmo sintético de ”La plegaria de paparazzo”, con la sapiencia electrónica que Drexler ha sabido imprimirle a sus temas. “Bailar en la cueva” fortalece la carrera de unos los pocos músicos que hace una lectura maravillosa de estos tiempos tanto en lo musical como en las letras.
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