El Grupo Fantasma de Austin, Tejas va editar su séptimo disco, American Music: vol. VII, el 29 de marzo de 2019. Han pasado cinco años desde su disco anterior y esta vez están trabajando con el talentoso Carlos «El Loco» Bedoya, un reconocido productor colombiano, ingeniero de sonido, músico y compositor con sede en Miami. Bedoya ha trabajado con artistas tan diversos y exitosos como Beyoncé, Weezer y ChocQuibTown. Según Grupo Fantasma, Bedoya «trajo consigo una gran cantidad de conocimientos y experiencia como mezclador e ingeniero, así como buenos oídos y habilidades como músico y compositor».
Además, Grupo Fantasma ha cambiado de estudio de grabación y está colaborando con invitados especiales. También está experimentando con una gran cantidad de instrumentos nuevos e interesantes.
Es importante destacar que el Grupo Fantasma siempre ha tenido un sabor políglota especial con dos cantantes principales, varios percusionistas, una gran sección de metales, una destacada guitarra eléctrica, líneas de bajo pegadizas, muchos cambios y toda una plétora de influencias. Temáticamente, las letras de la banda van desde lo personal a lo universal, lo político a lo social, desde las melodías de las fiestas hasta los lamentos lentos que llevan el peso del romance que salió mal, la pérdida y la decepción. Entonces, en estos aspectos, nada ha cambiado radicalmente con este nuevo álbum. Sin embargo, definitivamente también hay diferencias.
Por ejemplo, la canción “LT” no solo se canta en inglés (algo raro en la banda) sino que presenta un sonido de guitarra inspirado en la psicodelia turca de los años 70 y el tambor dhol de Sunny Jain de Red Baraat. Varias canciones presentan la instrumentación folclórica colombiana de gaita y maracas, así como un acordeón que recuerda tanto al vallenato colombiano como al Tex-Mex del Sr. Vallenato y Josh Baca (de los Texmaniacs). Como novedad para la banda, un cantante externo, Tomar Williams (de Tomar y los FC), fue contratado para el tema de bugalú «Let Me Be», en donde también toca el órgano eléctrico y aparecen los coros de los Soul Supporters.
«The Wall» es una colaboración con miembros de Ozomatli y Locos Por Juana que oscila desde el funk latino al hip-hop. Según Grupo Fantasma, la canción «cuestiona la definición de ‘inmigrante’ y lo que hace que uno sea ilegal«. Aunque a Grupo Fantasma no se le identifica por ser abiertamente político, «The Wall «dice mucho sobre lo que ha estado sucediendo en cuanto a Inmigración, fronteras, seguridad nacional y políticas basadas en la identidad durante el gobierno actual estadounidense, causante de divisiones sociales.
El álbum se grabó en Sonic Ranch, en la pequeña ciudad fronteriza de Tornillo, Tejas. Poco después de que el Grupo Fantasma terminara sus sesiones en el rancho, se hizo famoso como el sitio de un enorme y vergonzoso centro de detención de inmigrantes donde innumerables niños se alojaban separados de sus familias. Como dice la banda, «esta disonancia sin duda afectó al álbum e inspiró nuestro mensaje más adelante, ya que estábamos componiendo las letras y formando el mensaje de las canciones y el proyecto en general«.
De hecho, el propio título del disco discrepa con estas definiciones de identidad, fronteras y quién es ilegal u «otro». Como dice Grupo Fantasma, llamarlo American Music: Vol. VII fue una «respuesta directa al concepto de identidad, así como el encasillamiento de nuestra música, que hemos sufrido a lo largo de nuestras carreras».
Al presentar su mezcla musical multiétnica a lo largo de los años, el Grupo Fantasma ha cuestionado constantemente el concepto de identidad, ciudadanía y nacionalidad de la música, especialmente en la prensa y la industria discográfica. Sin embargo, como lo atestiguan, de muchas maneras «la música es el mejor asimilador, cruzando fronteras y culturas, y mutando para representar las experiencias de sus artistas«.
Aunque a menudo está etiquetada como latina o hispana, la banda siente que no tienen una identidad nacional distinta, ya que es estadounidense. Ninguno de los miembros de Grupo Fantasma procede recientemente de América Latina a excepción del cantante y percusionista José Galeano, oriundo de Managua, Nicaragua, pero ahora es un ciudadano estadounidense que hace mucho tiempo que llama a Tejas su hogar.
Aunque Grupo Fantasma tiene letras en español y ciertamente hacen referencia a las tradiciones musicales y los ritmos de sus raices, subrayan que «también abrazamos y expresamos la música de nuestro hogar en Tejas y la cultura estadounidense que habitamos diariamente. Sostenemos que, independientemente del idioma, nuestra música es «American Music» (música estadounidense) porque somos de aquí. Nuestra música es un producto de nuestras circunstancias y aún podemos celebrar el patrimonio étnico y cultural a la vez que afirmamos nuestra identidad como estadounidenses e hijos de este país«.