Aziza Brahim, una de las cantantes más importantes del panorama musical saharaui ha grabado un disco nuevo titulado Soutak que saldrá al mercado el 10 de febrero bajo el sello Glitterbeat Records. En la actualidad, Aziza vive en España y su música es un cruce de culturas en donde las raíces tradicionales saharauis se mezclan con elementos de la música moderna.
Aziza nació en los campamentos de refugiados en la frontera entre Argelia y el Sahara Occidental. Cuando era una adolescente, Aziza se fue a estudiar la escuela secundaria en Cuba. La crisis económica que experimentó Cuba en los 90 no le permitió estudiar musica en las universidades cubanas por lo que regresó a los campamentos de Argelia. En los campamentos, Aziza formó parte de varios grupos como cantante e instrumentista.
En el año 2000 se fue a vivir a España. Allí, Aziza formó el grupo saharaui- hispano Gulili Mankoo que grabó dos discos autoproducidos: el EP ‘Mi Canto’ (2008) y el álbum ‘Mabruk’ (2012), editados por el sello francés Reaktion, dedicado a la música del Sahara.
‘Soutak‘ («Tu voz») lo ha producido Chris Eckman (Tamikrest, Ben Zabo, Dirtmusic) y lo editará el sello alemán Glitterbeat a escala internacional.
Aziza nos habla sobre su música y el panorama musical saharaui.
¿Cuándo empezaste a aprender música?
Desde que tengo uso de razón, he practicado la música porque en mi casa era algo habitual. No solo nos reuníamos los viernes para cantar El Medeh, el resto de la semana también estaba presente. Nos entreteníamos organizando juegos musicales, mi abuela proponía unos versos y teníamos que inventarles una melodía, ella decidía cuál era más bonita. Me pasaba el día imaginando melodías para ganar esos concursos familiares.
¿Cuál fue tu primer instrumento musical?
Primero la voz y las palmas, después una alfombra, más adelante un bidón de agua para simular un tabal. Cualquier cosa me servía entonces para hacer ritmo. Ha sido ahora, hace unos años cuando he podido empezar con la guitarra.
¿Qué instrumentos tradicionales suelen tocar las mujeres saharauis?
El tabal es el instrumento de percusión femenino saharaui por excelencia.
¿Cuáles son tus principales influencias musicales?
Mis influencias principales son las africanas, entre las que destaco el blues de Ali Farka Touré, o la obra de Salif Keita. También, Dimi Mint Abba, Malouma y Um Kalzzum.
¿Dónde vives ahora?
En Barcelona.
¿Sigues en contacto con la comunidad saharaui de los campamentos de refugiados?
Por supuesto, casi toda mi familia vive allí y mantengo el contacto tanto con ellos como con la realidad que están viviendo.
Hace unos años músicos españoles donaron guitarras eléctricas a los músicos jóvenes saharauis. ¿Cómo está el panorama ahora por el lado de la música?
El panorama de la música está condicionado por la situación política de un país sin estado, con unos territorios sometidos a la dominación marroquí y gran parte de nuestra población en el exilio. En el ámbito cultural esto se traduce en censura y escasez de recursos. Existen músicos competentes, propuestas interesantes que jamás podrán ser escuchadas porque están silenciadas por las fuerzas represoras o por la inexistencia de medios para su profesionalización.
En tus actuaciones transmites un mensaje de apoyo a los derechos históricos del pueblo saharaui. ¿Piensas que se conoce suficiente el problema del Sahara Occidental?
La sociedad civil española sabe muy bien de nuestra situación y hace grandes esfuerzos para cooperar con nosotros a través de muestras de solidaridad sin precedentes en la Historia. Quizá en Europa y en América, incluso en otros países africanos, nuestra situación sea más desconocida. En cambio, los diferentes Gobiernos españoles cada vez se desentienden más de sus responsabilidades, a pesar de que todavía conservan la soberanía sobre el territorio a causa de una descolonización inacabada.
¿Cuáles son las principales dificultades del pueblo saharaui?
La principal de todas las dificultades es la separación de las familias, a causa de un conflicto de casi cuarenta años. En los territorios ocupados el principal problema de mis compatriotas es la falta de libertad de expresión, las detenciones arbitrarias, las torturas que ejerce el régimen marroquí. Al otro lado del muro de la vergüenza, en los campamentos de refugiados, la mayor dificultad es la escasez de agua, de alimentos básicos y de asistencia sanitaria. Hay que tener en cuenta que se ha reducido muchísimo la cooperación y las partidas que los países europeos destinaban a la ayuda humanitaria a través de ACNUR para los saharauis en el exilio. Son muchos años resistiendo en condiciones extremas.
¿Con qué músicos estás trabajando ahora y de donde son?
La banda que me acompaña ahora está formada por músicos catalanes, Guillem Aguilar al bajo e Ignasi Cussó a la guitarra, un percusionista hispano-argentino, Nico Roca y un guitarrista maliense, Kalilou Sangare. También mi hermana Badra Abdallahe a los coros. Todos auténticos fueras de serie.
¿Estás actuando fuera de España?
De hecho, los primeros conciertos de la nueva gira serán fuera de España: Suiza, Alemania, Holanda,…
Cuéntanos un poco sobre el disco nuevo producido por el sello alemán Glitterbeat, las canciones, los músicos participantes, etc.
Es una propuesta acústica, más sencilla, centrada en la voz, con los músicos que he mencionado antes, en el que me he atrevido a tocar algunas guitarras rítmicas. Las letras originales intentan llamar la atención sobre temas sociales que me preocupan mucho como la condición de refugiados o las minas antipersona; o hechos históricos como el desmantelamiento desproporcionadamente violento del campamento saharaui de Gdeim Izik. Pero, sin descuidar los asuntos sentimentales o emotivos. En definitiva, son canciones de resistencia.
Glitterbeat tiene también a músicos tuareg. ¿Hay contactos culturales entre los músicos saharauis y los tuareg?
No tantos como nos gustaría. De momento, no pasamos de la admiración mutua. Aunque hace unos años colaboré con Kel Assouf, en el Nomad’s Land Festival de Bruselas. Me gustan mucho las propuestas de Tinariwen, Tamikrest, Terakaft o Bombino.
Si pudieras reunir a los músicos o grupos ideales, ¿a quién llamarías?
Habría estado bien una jam session entre Ali Farka Touré y Jimi Hendrix, pero como esto ya no es factible, me conformaría con una colaboración con Tiken Jah Fakoly, Salif Keita y Bombino.
¿Qué música estás escuchando ahora?
Procuro escuchar los más variados estilos musicales. Escucho mucho diferentes radios y dedico tiempo a escuchar músicas nuevas y antiguas de todos los sitios posibles. Pero, últimamente escucho mucho el disco African Revolution de Tiken Jah Fakoly.
¿Qué te gusta hacer durante tu tiempo libre?
Aparte de la música, me gusta ver películas, documentales, series de TV, leer biografías y libros sobre historia y, sobre todo, jugar con mis hijos.
¿Qué otros proyectos tienes?
Por el momento, el lanzamiento de mi último trabajo discográfico, Soutak y su gira.
Discografia:
Mi Canto (2008)
Mabruk (2012)
Soutak (2014)