El Capullo de Jerez
16 de diciembre de 2010
Sala Clamores, en Madrid
Hacía tiempo que no actuaba El Capullo por los madriles pero antes de que empezara la actuación la Sala Clamores quiso rendirle un pequeño homenaje al gran maestro Enrique Morente, dedicándole unas palabras y escuchando una de sus canciones antes de que hiciera su aparición en el escenario Miguel Flores «El Capullo de Jerez.»
El cantaor jerezano apareció junto a Ignacio Franco a la guitarra, Luis de la Tota a la percusión y Jesús Flores al compás. Abrieron con una soleá por bulería con el compás muy bien marcado, para después pasar a un fandango.
Es cierto que Miguel no es un cantaor con gran dominio de la voz, pero lo que es indiscutible es su sentido rítmico espacio-temporal… como buen artista jerezano su dominio del compás es absoluto. Además, Miguel posee esa curiosa cualidad que no se puede definir pero si se puede sentir, que resume sus características en una personalidad propia capaz de convencer al público.
Antes de hacer un descanso, se arrancó con un martinete a su manera tensado por la voz más desgarradora y finalizó la primera parte de la velada con una bulería haciendo honor a su tierra. Miguel posee un tono de voz ancestral que, sin embargo, sigue conmoviendo en la actualidad tanto a fieles como noveles seguidores.
Así, Capullo de Jerez se alza como un estandarte de unas esencias que oxigenan un panorama flamenco que, a pesar de fusiones y experimentos, resulta cada vez más convincente. Tras la pausa regresó al escenario con su faceta más festera, gesto que el respetable agradeció, con unos tangos que casi todos los presentes ya se sabían de antemano.
Las letras improvisadas criticaban a Felipe González, Guerra, Bil Laden, Aznar, revistas del corazón….. En fin, El Capullo tenía para todos. Llegó el momento en el que El Capullo se levantó de la silla y se enganchó al micrófono como cualquier cantante de rock. Nos embelesó con sus rumbas, bailecitos graciosos jaleados por toda la sala.
Tampoco se olvidó de dedicarle un cante a Enrique Morente de una forma alegre aunque estoy seguro que con mucha pena por dentro y a su «Prendi» querido (Cristo del Prendimiento de Jerez). Miguel es un festero de pura cepa con personalidad adaptando los cantes a su estilo y con una talante en el escenario que le hace incomparable.
Transcurría la noche y parte del público se levantó de la silla para echarse un bailecito con las rumbas «Son de lunares» intercalándola con «Pan y queso» y «Las flores». El Capullo supo dar al público lo que quería, simplemente fiesta. Entre idas y venidas al camerino Miguel y sus acompañantes finalizaron con «La vida es una rutina» rumba de su segundo disco que es el tema bandera del Capullo cantada por los asistentes en pie como si de un grupo de moda se tratara.
Buen sabor de boca para finalizar este 2010, que recordaremos con dolor a aquellos que nos dejaron y acompañaremos a los que nos hacen disfrutar de este maravilloso mundo que es el flamenco.