Peregrinos de la música: Womex 2014, Santiago de Compostela

Vista general de la feria WOMEX 2014 por Juan Antonio Vázquez
Vista general de la feria WOMEX 2014 por Juan Antonio Vázquez

 

El Womex (nos hemos acostumbrado a decirlo así, “el”, en masculino, aunque en realidad sea una “expo”) siempre es una experiencia intensa. Se dice la mayor feria y encuentro global de las músicas del mundo y con razón: artistas, agentes, promotores, programadores, disqueros, periodistas y demás fauna musical de los cuatro rincones del globo se encuentran en este multitudinario evento que cada vez tiene lugar en una diferente ciudad europea y en el que en esta ocasión se dieron cita más de 2400 delegados de todo el mundo. Y a la vez que se gestan giras, contratos y se programan actuaciones, grabaciones y publicaciones, también se disfruta del encuentro con gentes, músicas y culturas, fraguando y cultivando amistades y afinidades, a la vez que se asiste a situaciones curiosas e inesperadas como que, por simple vecindad de estands, acaben confraternizando e improvisando música juntos gentes de Portugal y Japón, o de Polonia y Brasil, por citar un par de ejemplos de lo que se ha desarrollado este año ante nuestros ojos.

 

Jitka Uranská en el estand checo por Juan Antonio Vázquez
Jitka Suranská en el estand checo por Juan Antonio Vázquez

 

El Womex celebró su 20ª edición, la de este 2014, entre los días 22 y 26 de octubre en Santiago de Compostela, punto final de históricas peregrinaciones… o punto y seguido, si prolongamos la caminada hasta el Atlántico, el ancestral fin del mundo que hoy en día es punto de partida de otros viajes hacia todo un abanico de culturas y continentes. El significado simbólico de Compostela no acaba ahí, ya que la propia presencia del Womex en tierras gallegas lo ubica en varios puntos de encuentro, además del de las peregrinaciones europeas y la proyección atlántica hacia América y África: también lo sitúa en la intersección de las grandes áreas culturales de la lusofonía y la hispanofonía, de los universos lingüísticos del (gallego-)portugués, con el que Galicia recobra día a día cada vez más conexiones y complicidades, y del castellano, las dos lenguas romances más globales.

 

Concierto inaugural de WOMEX 2014 por Juan Antonio Vázquez
Concierto inaugural de WOMEX 2014 por Juan Antonio Vázquez

 

La feria tuvo lugar en la Cidade da Cultura, el mastodóntico e inconcluso complejo de fascinante arquitectura pero desastrosos efectos sobre el erario público, nacido de la megalomanía del fallecido expresidente autonómico y exministro de la dictadura franquista Manuel Fraga. Durante las horas de la feria se celebraron sesiones de conferencias y debates, así como las actuaciones diurnas, reservadas únicamente a los delegados, entre las que tuvimos la oportunidad de ver, por ejemplo, la estupenda presentación del trío del laudista marroquí Driss el Maloumi.

Además de la feria durante el día, el Womex también es festival por la noche, abierto a los delegados presentes y también al público en general. Las distintas actuaciones se celebraron por distintos lugares del casco histórico, de la “cidade vella o velha” de Santiago, situándose los dos escenarios principales en la gran carpa ubicada en la Plaza de la Quintana, junto a la catedral.

En nuestro repaso a lo que vimos no podremos ni de lejos emular a Nick Hobbs y sus crónicas para fRoots, en las que reseña todas y cada una de las actuaciones que simultáneamente se desarrollan, lo cual requiere una excelente planificación y condición física (¡e incluso unos patines!) para poder asistir, al menos un ratito, a todos los conciertos. En nuestro caso nos centramos en dos parámetros a la hora de seleccionar los conciertos a los que acudimos: aquellos que a priori nos resultaban más interesantes y esas otras propuestas que no habíamos visto todavía en directo. A esos dos factores se sumó uno más: los imprevistos de la vida, como son los encuentros por las cantinas y tabernas de la ciudad con músicos y otros personajes, que a veces se prolongaron más de lo debido como para asistir a todas las actuaciones. Pero eso es también el Womex: la convivencia, el encuentro, el intercambio y la celebración.

 

Confraternización entre las Tierras de Miranda en Portugal y Okinawa en Japón por Juan Antonio Vázquez
Confraternización entre las Tierras de Miranda en Portugal y Okinawa en Japón por Juan Antonio Vázquez

 

La ceremonia de apertura, celebrada en el Auditorio de Galicia el 22 de octubre, tuvo sus altos y sus bajos. El formato escogido hizo que el espectáculo no tuviera una unidad ni un hilo conductor, quedando en conjunto un tanto deslavazado. Bajo el título de “Compostela – The roots, the way”, consistió en una sucesión de miniactuaciones de distintos artistas del ámbito ibérico, con amplia representación, como es lógico, de artistas gallegos, incluyendo también a Portugal, por su vinculación lingüística y cultural con Galicia, así como a las Islas Canarias, un tanto desplazadas del ámbito peninsular ibérico y de la influencia del Camino de Santiago, aunque también podrían considerarse una proyección, una prolongación de ese camino, que acabaría cruzando el Atlántico para encontrarse finalmente con América.

Le correspondió el papel de romper el hielo, tras los previsibles discursos oficiales, a Mercedes Peón, que puso en escena una propuesta incluso más radical que en otras ocasiones, con inclusión de afiladas guitarras eléctricas y estética oscura, donde su poderosa voz quedó un tanto sepultada ante la densidad sonora del conjunto. Le correspondió el turno, a continuación y en total contraste, al timplista canario Germán López, quien salió al escenario acompañado del espléndido guitarrista Antonio Toledo, propiciando un encuentro de cuerdas de tonalidades más intimistas y momentos de gran belleza.

Le tocó después al alentejano António Zambujo, haciendo gala de su espléndido timbre y su dominio vocal, aunque llegando un tanto a la caricatura en la hiperdramatización de sus interpretaciones. El flautista y saxofonista Jorge Pardo tomó el escenario con su trío a continuación. Acostumbrados a disfrutar de su música en inspiradísimas actuaciones, nos dejó un tanto fríos su paso por el Womex, donde, en su breve aparición, no pareció encontrarse demasiado suelto ni cómodo. Después apareció el gallego Xabier Díaz, acompañado de un nutrido número de “pandeireiras”, desgranando cantigas tradicionales gallegas en su estilo un tanto “soft”. Siguió la actuación de Oreka Tx, desde el País Vasco, con chalapartas tanto tradicionales como innovadoras, como la construida a base de piedras afinadas, ofreciendo una magnífica y vibrante actuación.

 

Oreka TX por Juan Antonio Vázquez
Oreka TX por Juan Antonio Vázquez

 

Finalmente apareció el gaitero Xosé Manuel Budiño, quien era el director musical de este concierto inaugural. Después de varios temas ejecutados con su banda, en la que destaca el violín de Begoña Riobó, magníficamente ejecutados, pero con un envoltorio folk-rock un tanto convencional, se fueron agregando los músicos que habían salido previamente para interpretar tres canciones a modo de finale multitudinario, que tampoco pasará a los anales de las apoteosis musicales.

Ya en las siguientes noches, entre los días 23 y 25, se celebraron las cerca de 50 actuaciones nocturnas que tuvieron lugar en los distintos escenarios. Al no haber conseguido, como comentábamos, la proeza de asistir a todas ellas, no podemos referirnos a interesantes conciertos de excelentes formaciones, como, entre otros, el de nuestros queridos Spiro, a los que no pudimos al coincidir con el concierto de Vołosi, por los que teníamos una especial curiosidad, u otros grupos que tenemos en gran estima, como Zoobazar, pero que ya habíamos visto en directo en diferentes ocasiones.

 

Vo_osi por Juan Antonio Vázquez
Vołosi por Juan Antonio Vázquez

 

Y ya que los mencionábamos, es de justicia destacar el concierto de los polacos Vołosi, quinteto de cuerdas que ofreció una dinámica e impetuosa actuación. Otro de los momentos memorables del Womex fue el aparentemente humilde concierto de Germán Díaz. Zanfonista y creador genial, el músico castellano afincado en Galicia, que desde hace tiempo ya es mucho más que simplemente el sobrino del gran folklorista Joaquín Díaz, presentó en directo su “Método cardiofónico” a la zanfona y otros cachivaches con manivela, en un concierto que rebosó de magia e inventiva. Ese mismo día, el jueves 23 de octubre, pudimos ver a los escoceses Rura, brillantes en su faceta instrumental pero menos interesantes en la cantada. Los chino-mongoles Ajinai ofrecieron un espectáculo que no pasaba de una propuesta festiva y saltarina con tintes exóticos, sin mucha más enjundia. Algo parecido a lo que ocurrió con los rusos de Otava Yo, que también resultaron francamente perjudicados por un mal sonido.

 

Germán Díaz por
Germán Díaz por Juan Antonio Vázquez

 

Rura  por Juan Antonio Vázquez
Rura por Juan Antonio Vázquez

 

Pasando a las actuaciones del viernes, pudimos disfrutar del poderío balcánico y fanfárrico de la Džambo Aguševi Orchestra. Nos sorprendió para bien la puesta en escena del congoleño Baloji, al cual no habíamos visto hasta ahora sobre el escenario y que demostró una enorme capacidad de cautivar al público. No menos cautivador, incluso más, fue la actuación del combinado etíope Ethiocolor que demostró su tremenda vitalidad y destreza en un espectáculo fascinante de música y danza que no dio apenas respiro y del que ya habíamos disfrutado en Pirineos Sur. Otra de las actuaciones destacadas que pudimos disfrutar ese día fue la del encuentro de músicos australianos y rayastaníes de Maru Tarang, que nos ofrecieron un interesantísimo y fluido diálogo de formas musicales.

 

Baloji por Paul Braeuer
Baloji por Paul Braeuer

 

Maru Tarang por Jacob Crawfurd
Maru Tarang por Jacob Crawfurd

 

Entre los conciertos del sábado hay que destacar la excelente actuación de los húngaros Söndörgő, que cumplieron todas las expectativas que teníamos depositadas en su destreza y virtuosismo, que conocíamos hasta ese momento solo por vía discográfica. Tribu Baharú, por su parte, ofreció un concierto muy vibrante y revelador, brindándonos su repertorio basado en la champeta colombiana, de tantas resonancias africanas. También vimos a la cantante israelí de origen etíope Ester Rada, que no podemos decir que nos haya aportado gran cosa en nuestras vidas, como tampoco lo hizo la actuación del gallego Davide Salvado, donde el talento parecía echarse a perder en una presentación excesivamente descuidada y azarosa.

Ya el domingo 26 de octubre tuvo lugar la clausura y entrega de premios, a la que no pudimos asistir porque, como dice la copla, ya íbamos haciendo falta en el sitio en que no estábamos. Los agraciados fueron la fadista Mariza, en el apartado artístico, el sello discográfico Glitterbeat y el músico y ministro de cultura caboverdiano Mário Lúcio, que obtuvo el galardón a la excelencia profesional.

Y así transcurrió nuestra experiencia en el Womex de Santiago de Compostela, felices nosotros también por lo que se refiere a nuestro programa radiofónico Mundofonías, que inicia este año su andadura como medio colaborador del encuentro global de músicas del mundo más importante. Mientras, vamos poniendo ya la mirada en Budapest, donde se celebrará la edición del próximo año.

Vídeos:

Oreka TX en el concierto de apertura:

 

 

Baloji:

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